Mentoría Exprimida – Pablo Herreros

Verás…

La cosa surgió así:

A finales de septiembre de 2022, Silvia Llop, psicóloga especializada en el terreno del amor, contrató a Pablo Herreros como mentor para que le ayudara a potenciar su negocio, que ya iba muy bien.

Silvia lo creó en 2019 y desde entonces había vendido con éxito varios cursos digitales, y tenía una membresía en la que más de 1.000 mujeres le pagaban 10 euros al mes.

Pero ella sentía que necesitaba que alguien con más experiencia la guiase con los pasos adecuados para poder crecer más y en la dirección correcta, sin tanta prueba y error como cuando estaba ella sola, ni tanto desgaste emocional.

El servicio de mentoría de Pablo no era barato -2.500 euros al mes, a día de hoy- pero Silvia pensó que, si trabajaban juntos, con el tiempo lo rentabilizaría.

Y acertó: con las primeras ideas y estrategias que pusieron en marcha, Silvia facturó, sólo entre octubre y diciembre, 120.000 euros más de lo que iba a haber facturado en esos meses.

Muchísimo más de lo esperado por ella y mil veces más rápido de lo que imaginaba.

Y no porque un mentor sea esa especie de gurú que camina sobre las aguas.

Nada de eso.

Los resultados llegaron porque lo valioso no fueron los consejos del mentor sino que, cuando Pablo le lanzaba una pelota con algo que mejoraba su negocio, Silvia la redondeaba y se la devolvía a él mucho más perfeccionada.

Eran como Toni Nadal y Rafa Nadal:
Él le decía a ella cómo debía mover la raqueta para meter más bolas ganadoras y ella jugaba como solo ella sabía hacerlo.

Empezó 2023 y Silvia y Pablo siguieron trabajando para potenciar el negocio de ella porque vieron que juntos eran un gran equipo.

Hacían varias estrategias pequeñas y otras combinadas y, cada mes, la comunidad de Silvia crecía más y su negocio facturaba más que el mes anterior.

Fascinada de cómo esos cambios y estrategias le habían multiplicado tanto el negocio, un día de primavera, Silvia le dijo a Pablo:

– Oye, ¿y si te planteas sacar un curso para compartir todo el trabajo que hemos hecho y que así las personas que no te pueden pagar 2.500 euros al mes tengan el paso a paso para hacer crecer sus negocios?

Pablo se quedó pensando…

Dudó si revelar cosas tan potentes y que casi nadie conoce, podría hacer que menos gente le contratase su servicio más exclusivo: la mentoría.

También le pasó por la mente que, con esos aprendizajes tan valiosos, otras personas fueran copiándole sus métodos y robándole negocio.

“Qué gilipollez”, se dijo pocos segundos después.

Y le respondió a Silvia:

– De acuerdo, lo convertiré en un curso. Pero, ¿por qué no lo hacemos juntos? Sería muchísimo más valioso si explicásemos cada idea y contáramos de forma real cómo la pusimos en marcha y cómo funcionó en tu negocio, con pelos y señales. Con transparencia brutal, incluso dando todas las cifras, errores y aciertos, y el porqué del éxito de cada paso que dimos.

Ahí quien dudó fue Silvia:

– Me apetece mucho hacer un curso así, pero me da cosilla compartir lo que gano.

– ¿Por qué? Creo que es muy interesante que se pueda ver cuánto has vendido con cada estrategia. Si no damos números, queda todo un poco en el aire.

– No sé, me da apuro que lo vean personas que trabajan un montón y se merecen ganar mucho más de lo que ganan y que les pueda desmotivar o generar algún sentimiento negativo.

– Justo por eso debemos hacer el curso. Y exprimir gota a gota los 8 meses de mentoría con cada una de las ideas que nos han llevado a que tu negocio sea tan rentable y crezca cada mes.

– Lo que yo quiero es que la gente pueda replicar eso y que le pase como a mí, que con un par de cambios de estrategia y unas cuantas ideas nuevas, he facturado mucho más. Y, además, siento que lo hemos hecho siendo 100% fieles a mis valores y sin montar estrategias agresivas con las que no me sentiría cómoda porque no van conmigo.

– Exacto.

– ¿Entonces crees que es positivo decir las cifras reales y que no va a generar malas sensaciones o comparaciones negativas?

– A ver, Silvia: no vas a decir lo que ganas por presumir. Vas a decirlo para motivarles, enseñarles cómo ha funcionado cada estrategia y ayudarles a ver que es posible hacer ese tipo de crecimiento tan bestia. Y, lo más importante, cómo hacerlo, paso a paso.

– Vale, Pablo, te lo compro. Vamos a contar todo lo que hemos hecho y ojalá pueda servir de verdad para hacer crecer muchos negocios.

Y por eso Silvia y Pablo pasaron 3 días en Málaga grabando esta alucinante formación y ahora tú puedes comprarla por el 1% de lo que Silvia invirtió en los 8 meses que ella y Pablo han exprimido en este curso.